Uf otra vez lunes... No me apetece nada. Pero la semana mejora si encontramos sitios con encanto donde pasar un ratito con amigos o en este caso desayunar. Llevaba tiempo queriendo entrar aquí, en mitad del barrio salamanca, su fachada azul decorada con plantas llama la atención al paseante. Por dentro su decoración no defrauda: original y llamativa combina muebles antiguos en tonos verdes y madera con una original "frutería" que le da un toque de color y alegría.
Todo estaba buenísimo, la mantequilla riquísima. Destaca mucho la vajilla de varios colores y de toque vintage.
My petit Ariadna esta vez estuvo todo el tiempo dormida y no me hizo mucha compañía, aunque me dejo leer el periódico y disfrutar de mi rico desayuno.
Un lugar bonito, donde la calidad del producto salta a la vista, sin duda repitiere para comer o cenar.
¿Qué os ha parecido? ¿Lo conocíais?
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